¿Conoces la Historia de la Compañía de las Hijas de la Caridad?
La compañía de las Hijas de la Caridad fue fundada por San Vicente de Paúl, sacerdote francés y Luisa de Marillac, viuda, el 29 de Noviembre de 1633 en Paris, Francia.
El establecimiento en México de la Compañía de las Hijas de la Caridad se dio en 1844 para residir por 31 años, esta primera etapa la vivieron las Hermanas en un período de la historia de México llena de dificultades en el inicio de su vida independiente como la confrontación con los Estados Unidos, las luchas entre liberales y conservadores, la guerra de reforma, la segunda intervención francesa, etc. Su presencia fue en un gran número de escuelas, hospitales, hospicios, boticas, casas cunas. 42 casas y 396 hermanas formaban la Provincia de México.
En 1875, a raíz de la aplicación de las Leyes de Reforma, fueron expulsadas del país en tiempos del presidente Sebastián Lerdo de Tejada, pero en 1946 regresaron en la persona de 5 Hermanas quienes pisan por segunda vez tierras mexicanas, esto gracias a las gestiones de gente piadosa, convencida de que la labor asistencial que realizaban especialmente en los hospitales aportaría grandes beneficios a nuestro país. Durante el gobierno de Maximiliano, bajo el auspicio de Carlota, se establecen en Yucatán, logrando insertarse en el campo asistencial local durante casi diez años, realizando gran parte de su labor en el hospital general, que administrativamente se encontraba en manos del gobierno y que terminado el segundo imperio quedo bajo el dominio de los liberales. Por otra parte, debido a la naturaleza de su instituto, las Hermanas de la Caridad se hacen cargo de otras instituciones creadas por gente piadosa enfocadas en el ámbito educativo, pero cuya vertiente se enfocaba a los sectores vulnerables de la población, como lo eran las jóvenes y los niños.
El hábito religioso de las Hijas Caridad ha evolucionado del típico hábito negro y largo con la característica toca almidonada alada (o cornette), hasta el actual: falda azul, blusa blanca o azul y toca sencilla azul.
Catalina Labouré (1806-1876), es una de las vicentinas veneradas en la Iglesia católica como santa. A ella se debe la tradición de la Medalla Milagrosa, surgida de su relación mística con la Virgen María.
Además del servicio a los pobres y a los enfermos, las hijas de la Caridad se dedican al cuidado de los huérfanos, a la asistencia de los enfermos en los hospitales, al cuidado de los ancianos en casas de reposo, a la asistencia de enfermos mentales, escuelas y refugios para mujeres y niños en dificultades.